Vitto y el narval
imaginario.
Cuando la luna amasó
al mar
estuve boca abajo y
soñé
el gran vestido azul
de la bóveda al revés.
El silencio en el
trigal
que el viento
despeina al pasar
y el tren,
todo pasa lejos hoy,
con su propia
velocidad
Ella apareció,
mil axolotles y un
narval de sal
en la punta de su
imaginación.
Cuando la luna amasó
al mar
estuve boca abajo y
confié
en sus ojos
la civilización, en
sus dedos
la noctiluca;
ella nada alrededor,
mil axolotles y un
narval de sal
en la punta,
en la punta de su
imaginación.
Todo pasa lejos hoy.